No son pocos los matrimonios a los que he asistido. Y tampoco son pocos los matrimonios en los que he notado que la novia está terriblemente estresada. Te podría hablar de casos en los que, por ejemplo, la novia estuvo tan tensionada que no pudo comer en todo el día y se terminó desmayando en algún momento. Y es una tristeza que sea así.
Simplemente no es justo. No está bien que siendo su día, una mujer esté tan terriblemente constreñida en sus emociones. La idea es que sea la fecha de tu boda en la que más dispuesta estés a dejar fluir todo el torrente emocional que llevas dentro, y es que no es para menos: este día representa un paso importante y definitivo en la historia de tu vida. Y debes vivirlo a plenitud, lo tienes que hacer por ti y por muchos que se van a sentir agradecidos de que lo hagas. ¿Te ayudamos con música?
1. Tú misma
Que no te arrepientas en el futuro de no haber dado rienda suelta a un impulso bonito, de no haber expresado lo suficiente, de no haber hecho eso que te saltó en el corazón en ese preciso instante. Te vas a agradecer profundamente si al final del día te das cuenta de que pudiste estar concentrada todo el día en tu matrimonio: vas a tener un cansancio feliz. Considera acompañarte de una Wedding Planner, como dice Carolina Chaux, ellas existen para que tú disfrutes cada momento de ese día y puedas estar segura de que todo saldrá bien.
2. Tu pareja
Las emociones fuertes tienen la capacidad de fijar en nuestra memoria los recuerdos. De cómo dejes fluir tus emociones dependerá que tu pareja tenga buenos recuerdos de tu boda. Siempre que seas lo más sinceramente tú que puedas ser, la experiencia será mejor para los dos: le permitirás apoyarte y disfrutarte en este día. Y serás mucho más regalo para su vida en ese día.
3. Tus padres
Los círculos van a quedar bien cerrados si dejas que lo mejor de ti salga en el momento en que salgas de tu casa. Si te dispones a escuchar sus palabras de bendición y sus consejos, si te prestas para dejar que tu agradecimiento y ternura fluyan hacia ellos en ese paso hacia una nueva vida, les estarás regalando, y a ti misma, la alegría de saber que esa etapa cerró bien.
4. Los invitados
Claro que sí. Yo sospecho que hay invitados que están esperando algún momento durante la ceremonia en el que alguien los haga llorar y no se sienten realizados si no sucede. No hay nada más bonito que unos votos con voz quebrada o ver al novio deshacerse en lágrimas al verte entrar. Todos queremos ver eso, no lo niegues.
5. Tu fotógrafo y los realizadores audiovisuales
El consejo de todos los que se encargan de capturar tus recuerdos con el lente es siempre el mismo: disfruten. Diego Alzate es bastante insistente en cuanto a la necesidad de dejar fluir los sentimientos. El verdadero material de las fotografías buenas, de los videos que tocan las emociones, es la expresión genuina. Y tus hijos lo van a agradecer más que tú cuando las vean.
Por el maquillaje no te preocupes, siempre que cuentes alguien profesional en la materia no vas a tener de qué preocuparte: seguro usará productos que soporten el peso de todo un día y que se presten para que disfrutes que se deslicen sobre tu rostro algunas lágrimas de alegría.
Articulo original en ZANKYOU.COM